En la presentación del LG G2 uno de los detalles más llamativos y diferenciadores que se vieron fue la inclusión de los botones de encendido y control de volumen debajo de la cámara trasera. El uso de estos permite realizar diferentes acciones de forma muy sencilla como se puede ver en un vídeo.
La verdad es que esta innovación del LG G2 en el apartado del diseño y ergonomía es de agradecer, al menos por el intento de hacer cosas de forma diferente. Pero, además, como se puede ver a continuación, la elección del lugar de los botones en la parte posterior de la carcasa permite una manipulación más sencilla de estos, lo que tiene como resultado el poder realizar acciones cómodamente.
Como se ha podido ver en el vídeo del LG G2, la clave para que la funcionalidad sea muy buena es que se han incorporado diferentes funciones a los botones. Aparte de poder darle el habitual uso (subir y bajar volumen y encendido del terminal), también existen otras como por ejemplo el acceso directo a la aplicación Quick memo y, también, el uso de la cámara frontal. Por lo tanto, no es sólo una cuestión de colocación, sino de darle una mayor utilidad.
Un teléfono para la gama alta por méritos propios
Aparte de la nueva colocación y funcionalidad de los botones antes comentados, otras son las características que hacen al LG G2 un modelo que se sitúa en la gama alta de producto por méritos propios. Por ejemplo, el procesador que incluye este terminal es un Qualcomm Snapdragon 800 a 2,26 GHz, su pantalla es de 5,2 pulgadas Full HD, la cámara tiene un sensor de 13 megapíxeles y, para finalizar, la batería es de nada menos que 3.000 mAh. Sin duda alguna, unas especificaciones excelentes.
Sin conocerse una fecha exacta para la llegada al mercado, al menos de forma oficial, lo que sí parece claro es que la versión libre del LG G2 con una capacidad de almacenamiento de 16 GB será de 599 € en un primer momento.