La consola Ouya fue un ejemplo de los diferentes usos que se le podían dar a Android y, además, abrió los ojos a dirigentes compañías (incluso se podría decir que Google entre ellas) respecto la importancia que podían tener los juegos en el sistema operativo, algo que se ha visto reflejado en Android TV.
Además, su llegada al mercado se realizó mediante un proyecto de Kickstarter, algo que también fue paradigmático y que consiguió atraer la atención de muchos usuarios que vieron en la plataforma una opción económica para poder conseguir un dispositivo que les permitiera jugar a los juegos de Google Play en el televisor del salón. Y, todo ello, con un mando adaptado para los juegos y una interfaz adaptada para ser tan sencilla como lo son en las consolas que todos conocemos.
Pues bien, después de triunfar y conseguir el dinero necesario para sacar adelante el proyecto… su evolución no ha sido la esperada y, lo cierto, es que el hardware está quedándose obsoleto y lo que realmente puede llamar la atención es la interfaz de usuario que ofrece, que sí es atractiva y permite que el usuario seleccione de forma cómoda los juegos y, también, el acceso a las diferentes tiendas. Y, la consecuencia de esto es que su supervivencia no estaba muy clara, nada clara.
Pues bien, los peores augurios que se podrían tener respecto a Ouya se han confirmado y según Re/code la compañía ondea la bandera blanca y busca comprador. Es decir, que las esperadas evoluciones de la consola Android no van a llegar nunca desde la propia compañía y, definitivamente. Es decir, que se puede valorar a este producto como “el sueño de una noche de verano”, ya que ha sido fagocitada por compañías más grandes, como la propia Google, y en el segmento que ella misma abrió ya no hay sitio para ella. Una pena.
Por lo que se ha podido saber, desde Ouya se está ofreciendo todo su negocio a diferentes compañías, todas Chinas. Un ejemplo de lo que decimos es que ya se han entablado conversaciones con empresas como Tencent y la que parece que tiene más opciones de ser la compradora: Xiaomi. Si las negociaciones con esta última llegan a buen puerto, sería interesante ver como el software adaptado y la sinergia con los juegos llegan a los diferentes productos de este fabricante. Pero, el paso, sería interesante y permitiría ofrecer mayor competitividad a la compañía que dirige Hugo Barra.
El caso es que Ouya va a desaparecer, de eso ya no cabe ninguna duda (y es una pena, ya que el proyecto era bueno pero no ha evolucionado como era de esperar, ya que el mercado es mucho más rápido de lo que esta compañía es capaz de avanzar). Y, por lo tanto, ahora sólo queda conocer quién se queda con el pastel que están ofreciendo y, también, cómo lo van a utilizar. Adiós, Ouya, adiós.