Proyector integrado en el borde superior del teléfono.
Ya pudimos ver el Samsung Galaxy Beam durante el Mobile World Congress, pero hasta el momento no nos habíamos podido parar detenidamente a hablar sobre él. Y es que este nuevo dispositivo de Samsung es casi como la inmensa mayoría en todas las cosas, salvo por una excepción, lleva un picoproyector incorporado. Tan pequeño es este que está integrado en la parte superior del dispositivo y apenas modifica el diseño del Samsung Galaxy Beam. Decimos apenas porque, en realidad, hablamos de un móvil con un grosor en torno a 12,5 milímetros (muy contenido teniendo en cuenta el proyector), algo superior a lo más delgado del mercado, pero razonable para su propuesta.
Proyector integrado: cómo, cuánto y para qué
Proyección visible sobre paredes y techos.
El gran reclamo es su picoproyector de 15 lúmenes, capaz de reproducir imágenes de hasta 50 pulgadas sobre una superficie plana. La colocación superior facilita proyectar sobre paredes y techos, y su uso brilla en ambientes poco iluminados. Aunque Samsung no detalló resolución en su día, las pruebas de la época situaban la calidad de proyección en torno a 360p, suficiente para presentaciones rápidas, fotos y vídeos casuales, pero lejos de un proyector dedicado. Como en cualquier proyector compacto, distancia, foco y luminosidad ambiental condicionan el resultado.
¿Será buena la calidad de imagen? ¿Creéis que tienen futuro los proyectores integrados en los dispositivos móviles? ¿Está Samsung innovando con el Galaxy Beam o solo apuesta por una tecnología muerta?
Pantalla, rendimiento y memoria
Detalle de la pantalla y su formato.
Más allá del proyector, cumple con lo que exige un usuario Android básico. Incorpora una pantalla de 4 pulgadas con resolución WVGA 480 x 800 (panel TFT), suficiente para la época. En el interior, un procesador de doble núcleo a 1 GHz mueve el sistema con solvencia, acompañado por 768 MB de RAM (hubo fichas erróneas que citaban 6 GB) y 8 GB de almacenamiento ampliables mediante microSD hasta 32 GB.
En el apartado fotográfico equipa una cámara principal de 5 megapíxeles con flash, autofocus, grabación a 720p a 30 fps y funciones como detección de rostro/sonrisa y enfoque táctil; delante, una cámara de 1,3 megapíxeles para videollamadas. El sistema llega con Android 2.3 Gingerbread y la personalización de Samsung, con la expectativa de una actualización a versiones superiores que, en la práctica, fue limitada.
Conectividad y multimedia al detalle
Puertos y opciones inalámbricas del modelo.
- Redes: cuatribanda, 3G HSDPA 14,4 Mbps / HSUPA 5,76 Mbps, GPRS/EDGE Clase 12.
- Conexiones: Wi‑Fi 802.11 b/g/n con DLNA y Wi‑Fi Direct, Bluetooth 3.0 (A2DP, HS), microUSB 2.0, A‑GPS y brújula digital.
- Multimedia: reproductor de vídeo MP4/DivX/XviD/WMV/H.264/H.263 y audio MP3/WAV/eAAC+/AC3/FLAC, Radio FM con RDS, soporte Adobe Flash 10.1, editor de imágenes y vídeo, y visor/edición de documentos (Word, Excel, PowerPoint, PDF).
- Integración: servicios de Google (Search, Maps, Gmail, YouTube, Calendar, Talk, Picasa) e integración con redes sociales y apps de mensajería (SMS/MMS/Email/IM).
Diseño, grosor y batería: el anillo amarillo que lo delata
Acabado con el anillo amarillo lateral.
Como ya hemos dicho, su grosor ronda los 12,5 milímetros y en el lateral luce un anillo amarillo, un tono que Samsung también fue a utilizar en el nuevo Galaxy Mini 2. Las dimensiones completas son 64,2 × 124 × 12,5 mm, con 145,3 gramos de peso, y el proyector queda totalmente integrado en la parte superior.
Su batería de 2000 mAh es clave para alimentar el proyector. En uso como smartphone rinde de forma competente, pero con proyecciones prolongadas la autonomía cae con rapidez; lo ideal es tener un enchufe cerca o alternar sesiones cortas. A cambio, la versatilidad de poder mostrar contenido en grande sin accesorios compensa en determinados escenarios.
Edición original del Samsung Galaxy Beam.
Usos reales y límites de una idea valiente
Más allá del atractivo inicial, su valor aparece en contextos concretos: presentaciones rápidas sin depender de salas equipadas, ocio en viajes para ver series o fotos en paredes claras del hotel, o juegos y apps que ganan tamaño de pantalla de forma instantánea. Ahora bien, la calidad del proyector va justa para texto fino o vídeo exigente, y la iluminación ambiente puede arruinar la experiencia si no se controla.
Disponibilidad, precio y lo que vino después
El Samsung Galaxy Beam fue lanzado inicialmente en mercados asiáticos. Llegó a comercializarse en muy pocos países y con disponibilidad limitada. En España apareció en catálogos de retail a un precio libre cercano a 500–525 €. Posteriormente se llegó a listar un Galaxy Beam II con mejoras claras (pantalla de 4,66 pulgadas, SoC de cuatro núcleos a 1,2 GHz y Android más moderno), pero no llegó a ver la luz de forma comercial.
No sabemos si este Samsung Galaxy tendrá mucho éxito; lo que sí está claro es que, frente a anteriores intentos con proyector, esta apuesta fue la más madura de su categoría. Sin ser un súper ventas, demostró que integrar un proyector en el móvil era posible y útil para perfiles concretos, manteniendo un equilibrio razonable entre especificaciones, tamaño y funciones.
