Por algún extraño motivo, los comerciantes temen los pagos móviles. Son ya varias las plataformas de pagos móviles disponibles en España. Algunas son de las propias operadoras telefónicas, otras de los fabricantes de móviles, y las hay, las principales, de entidades bancarias. Sin embargo, el gran problema está en que los comerciantes no están dispuestos a aceptar los pagos móviles.
El temor a los pagos móviles
Los comerciantes temen en muchos casos a los pagos móviles por una mera cuestión de ignorancia. En primer lugar, no hay una diferencia real entre el pago realizado con un móvil y el pago realizado con una tarjeta de crédito. Hay comerciantes que temen incluso el uso de las tarjetas «contactless», como si por estas fueran a cobrar menos dinero, o si fuera posible que la transacción se cancelara más tarde.
El único motivo para temer estas tarjetas y los pagos móviles tiene que ver con que no se utiliza ni el PIN ni la firma si la transacción es inferior a los 20 euros, lo que podría ocurrir en muchos de los establecimientos en los que queremos pagar con el móvil para agilizar el pago. A nadie le importa dedicar un rato si va a comprar una televisión de 2.000 euros. De hecho, casi prefiere hasta tener muy claro cuánto le van a cobrar y cómo lo va a pagar. Sin embargo, cuanto se trata de importes pequeños, uno no quiere estar perdiendo el tiempo con firmas ni códigos PIN. El gran riesgo lo sufre el usuario. Si pierde la tarjeta, alguien podría realizar compras con dicha tarjeta por valor inferior a 20 euros sin saber el PIN. Pero aquí hay que decir varias cosas. En primer lugar, sería culpa del usuario si pierde la tarjeta, que debería ser cancelada lo antes posible, y en segundo lugar, la pérdida no ascendería de los 20 euros por transacción. Es decir, no nos encontraríamos de repente con facturas por valor de varios cientos de euros.
Pero en cualquier caso, los comerciantes no deberían temer los pagos móviles, sino más bien todo lo contrario.
Los pagos móviles fomentan el comercio
De hecho, los pagos móviles solo contribuyen a que los usuarios acudan más a los comercios y estén más dispuestos a comprar. Todavía me sorprende ir a los restaurantes de comida rápida y ver que muy pocos usuarios utilizan los quioscos de pedido rápido con tarjeta de crédito. O bien no tienen tarjeta, o bien no la utilizan nunca y no confían en ella. Pero todo el mundo utiliza el teléfono inteligente. Eso quiere decir que un usuario que no lleve dinero en efectivo, y no lleve la tarjeta, podría plantearse ir a un comercio sabiendo que lleva el móvil y que puede pagar con él. Lo que en determinados casos se descartaría de plano, ahora es una posibilidad.
Lo curioso al caso es que los comerciantes no pierden nada con los pagos móviles. Al menos, no pierden nada más de lo que pierden al realizar una operación con una tarjeta de crédito. La entidad bancaria se queda con una comisión. Pero seguirá siendo la misma que se quedará al realizar pagos móviles. Varía la forma de pago, pero no las condiciones del contrato que el comerciante tiene firmado con la entidad bancaria. Quizás las entidades bancarias sí que podrían tener ciertas reticencias en el futuro a lanzar estas plataformas, debido a que supondría renunciar a una parte de sus beneficios para que los ganen plataformas como Apple Pay o Android Pay. Es el motivo por el que estas plataformas aún no han llegado. No obstante, dichas plataformas llegarán, y las entidades bancarias tendrán que aceptar que van a ganar menos dinero. Bueno no. Aceptarán que van a ganar menos dinero por cada transacción. Pero es posible que gracias al uso tan común del móvil, se compre todavía más, se pague mucho más, y finalmente se gane más dinero.
Sea como sea, es imprescindible que los comerciantes de todo el mundo, y principalmente los de España, decidan decir «SÍ» a los pagos móviles, y que no se nieguen por una cuestión de ignorancia. Creíamos que tardarían más en llegar, pero los pagos móviles ya están aquí, y es necesario que los comerciantes los acepten.
Los pagos moviles son poco practicos e inecesarios, depender de la bateria de tu móvil para poder pagar es absurdo y con la cantidad de alternativas que hay y que no sean compatibles entre si no me sorprende que pocos lo usen