La tecnología de 64 bits lleva ya varios años en alza gracias a los ordenadores, pero finalmente ha llegado a nuestros bolsillos gracias a los Nvidia Tegra K1, Snapdragon 808 o Exynos. Lo cierto es que esta arquitectura conlleva algunas ventajas que permitirán que nuestro Android sea más potente, más rápido y además, consuma menos energía.
Una memoria mayor y más rápida
El incremento del espacio de direcciones asociado con la arquitectura de 64 bits abre la puerta a un uso mayor de la memoria RAM. Actualmente el límite se encuentra en los 4 GB, pero con esta tecnología tendremos prácticamente RAM ilimitada, por lo que los primeros dispositivos “importantes” llegarán con 8 GB o incluso 16 GB de memoria, facilitando aún más la multitarea. Además, si a esto se une una redefinición de Android –veremos qué ocurre con Android L-, la rapidez y la eficiencia energética están garantizadas.
Claves más grandes igual a mayor seguridad
La compatibilidad con números mayores que los actuales permite que el cifrado de nuestros datos en Android sea más complejo, lo que implica directamente que sean más difíciles de acceder y hackear. Además, los chips de 64 bits permitirán proteger aún más el acceso no autorizado.
Reproducción de vídeo en 4K “real” y videojuegos más detallados
El nuevo conjunto de instrucciones que acompaña a los procesadores de 64 bits es especialmente útil a la hora de reproducir contenido en alta definición. En entornos de 64 bits, la arquitectura permite reproducir vídeos 4K de la forma más “suave” posible, pero también todo lo contrario: grabar y comprimir los vídeos más fácilmente.
Al igual que el apartado anterior, el procesamiento de gráficos se verá optimizado gracias a la computación paralela. Pero por si esto fuera poco, también seremos capaces de añadir más oponentes con inteligencia artificial, de forma que el contenido del juego sea aún más extenso y potente.
Menor consumo energético
¿Y si además de todo lo anterior nuestro Android pudiera conseguir una autonomía de varios días sin ningún problema? Ésta es la última de nuestra recopilación de ventajas con respecto a los procesadores de 64 bits. Los tiempos de cálculo serán menores, la carga en la CPU se reduce y las aplicaciones pueden permanecer más tiempo en la RAM, lo que significa que tanto la CPU como la memoria flash pueden quedar en estado de latencia durante más tiempo.
Los próximos lanzamientos de dispositivos llevarán consigo este tipo de procesadores y como mínimo, 3 o 4 GB de memoria RAM. Además, el tiempo de ejecución ART incorporado con Android 4.4 KitKat y que continuará en Android L nos ayudará a mejorar aún más el rendimiento de nuestros smartphones.
Muy buena info, gracias. Espero con mucha espectativa loa nuevos procesadores de 64bit junto con la nueva vercion de android L.