La posibilidad de que un dispositivo sea resistente al agua y el polvo, es algo realmente atractivo para los usuarios. Desde el lanzamiento del Xperia Z de Sony, esto se considera algo diferencial y muchos son los usuarios que lo ven como todo un acierto. El Galaxy S5 podría incluirla pero, realmente, ¿es algo útil?
La posibilidad de ofrecer la resistencia antes mencionada lo cierto es que añade un plus de seguridad en los dispositivos que la incluyen, lo que siempre es positivo. Pero, la verdad, es que esto puede encarecer el producto y, si hablamos del Galaxy S5, el resultado puede ser que el terminal sea cuando menos poco accesible (eso sí, como se esperan dos versiones del dispositivo, es posible que si esta opción está en el más caro esto no sea algo demasiado importante).
Pese a lo que muchos pueden pensar, conseguir la protección (IP55 o IP58) en el Galaxy S5, -que permite, por ejemplo, pasar un día de playa sin tener que preocuparse por la arena-, no “obligaría” a que la compañía coreana varíe los materiales de fabricación de sus terminal de referencia. Un ejemplo de esto que decimos es el Galaxy S4 Active, que ofrece la posibilidad de ser sumergido teniendo una carcasa de plástico (eso sí, los botones de control en el frontal no son táctiles). Pero, teniendo en cuenta lo indicado, Samsung perdería la gama de producto Active, lo que en principio tampoco supone un gran problema ya que las ventas no han sido precisamente las mejores.
Ponerlo en el mercado no sería un problema
Por lo tanto, este fabricante tiene la tecnología y, por lo tanto, todas las posibilidades necesarias (incluso la opción de poner en el mercado un modelo que tenga un precio sin restricciones) para poder lanzar un Galaxy S5 al mercado resistente al agua y el polvo. Pero, ¿realmente esta es una opción interesante?
Pues de cara a la galería se podría decir que sí, ya que la integración de estas protecciones harían que el modelo de referencia de la compañía coreana fuera más atractivo y diferencial (aunque esto no supondría realmente una innovación). Por lo tanto, como avance y demostración de “poder”, sí que sería una opción a valorar para el Galaxy S5.
Por otro lado, la verdad es que esta inclusión en el Galaxy S5 realmente no es crítica para el uso de un terminal móvil, y las posibles variaciones que se deberían hacer en el diseño y construcción podrían ser demasiado costosas como para integrar los estándares IP55 e IP58. Además, no hay que olvidar que el uso real de sumergir un dispositivo móvil en el agua (algo que da pánico y doy fe de ello que alguno he probado) no es precisamente habitual.
Sinceramente, no se suele ver a usuarios con un Xperia Z haciendo fotos bajo el agua en la piscina, por poner un ejemplo. Por lo tanto, hablamos de algo que simplemente es un añadido -diferencial, eso sí- más que una opción de uso habitual. Por lo tanto, si se incluye la protección sería un buen detalle, pero no es algo imprescindible como indican algunos. Es más, esto no sería un condicionante de comprar para muchos, lo que es un detalle a tener muy en cuenta, entre los que me incluyo. ¿Qué pensáis?
Totalmente de acuerdo con el artículo. Un teléfono resistente al agua y polvo es solo una búsqueda de mayor mercado por influencias del diseño pero en realidad del 100 por ciento de usuarios que disponen de este tipo de teléfonos si acaso el 1% tomaría una que otra foto debajo el agua porque ni siquiera una pequeña y ligera lluvia dañaría un teléfono. Además si es por el polvo simplemente me compro un forro Otterbox Defender y listo el problema. Otra cosa, de que me sirve un teléfono resistente al agua y al polvo si no es totalmente resistente a los golpes que creo que es lo mas importante. Poseo un Galaxy S3 y mas que tomar fotos bajo el agua o proteger el teléfono del polvo, me he preocupado mas por protegerlo contra golpes. Saludos.