¿Es necesario que los fabricantes eliminen el bloatware de los smartphones?

Apps Portada

Samsung ha sido noticia recientemente por la eliminación de gran parte del bloatware de su Samsung Galaxy S6. No es llamativo que la compañía haya sido noticia, pero sí el motivo, pues precisamente se caracterizaban por sus interfaces cargadas de aplicaciones. No obstante, ¿de verdad deben los fabricantes eliminar el bloatware de sus smartphones? ¿Es algo tan positivo?

De un extremo al otro

Los Nexus son los smartphones que no incluyen nada de bloatware. De hecho, es imposible, pues Android es de Google, y por tanto, o consideramos todo Android como bloatware, o no consideramos nada. En cualquier caso, se puede decir que los Nexus son de los smartphones que llegan con menos aplicaciones ya instaladas. Históricamente, Samsung ha sido de las compañías que más bloatware ha instalado en sus smartphones. ¿Es esto un problema? Pues sí, porque este bloatware no puede ser desinstalado. Y el problema es que ocupa un espacio en la memoria que en muchos casos los usuarios no querrían que estuviera ocupado por dichas aplicaciones. Por ello se ha pedido tantas veces que los fabricantes instalen menos bloatware en los smartphones.

Esto ha llevado a que en el Samsung Galaxy S6 haya tan solo dos aplicaciones de Samsung, tres de Microsoft, y las de Google, en lugar de todas las que antes llegaban de la compañía surcoreana. Una eliminación de bloatware muy notable que, en realidad, podría no ser tan positiva.

Apps Portada

La eliminación del bloatware es negativa

Antes hemos hablado sobre algunas de las aplicaciones que llegarían con el Samsung Galaxy S6 y que ya han aparecido, pudiendo incluso ser instaladas en nuestros smartphones. Una de ellas era S Note, que parece que no estará en el Samsung Galaxy S6 instalada, sino que tendrá que ser descargada de Galaxy Apps. Quizás tú uses Google Keep, o Evernote, o OneNote, y te dé igual si la aplicación está o no instalada. Quizás utilices S Note, pero te dé igual porque no tardas nada en instalar esta aplicación. Sin embargo, muchos usuarios que compren el smartphone de Samsung no van a ser expertos, y no son de los están leyendo estos blogs, ni de los que están constantemente mirando en Galaxy Apps qué aplicaciones Samsung ha dejado allí en lugar de instalarlas en el smartphone. Muchos de estos usuarios antes compraban el buque insignia de Samsung o de otra compañía por sus funciones y aplicaciones. ¿Y si ahora resulta que estas ya no van a estar presentes?

Un paso intermedio

Es cierto que los usuarios pueden aprender a descargar esas aplicaciones, y que tampoco es tan relevante que nunca las instalen. Pero lo cierto es que hay un paso intermedio que hubiera sido mucho más sencillo, y que todas las compañías deberían aplicar. Nadie ha criticado especialmente que las aplicaciones lleguen instaladas. Lo que se critica es que yo pueda instalar WhatsApp después, y cuando quiera desinstalar apps, sí pueda desinstalar WhatsApp, por haberla instalado yo, pero no pueda desinstalar las aplicaciones que Samsung, LG, Sony, o HTC, han instalado por mí, y que no utilizo nunca.

Sería tan sencillo como instalar aplicaciones que puedan ser desinstaladas por los usuarios. De esta manera, nos encontraríamos con S Note, o con cualquier otra nueva aplicación de Samsung en el Galaxy S6, que algunos usuarios podrían aprovechar, otros podrían probar, y otros podrían directamente desinstalar. Pero al menos no habría usuarios que se encontrarían con un móvil sin aplicaciones. Los usuarios avanzados sí saben desinstalar las aplicaciones. En lo personal, cuántos más esfuerzos hagan las compañías por incluir funciones avanzadas en los smartphones, mejor. Todo lo que sea un regalo por su parte, es positivo, pero siempre y cuando se me permita a mí elegir si lo quiero o no. Lo que no tiene sentido es que ahora pasemos de no permitir desinstalar las aplicaciones, a no incluirlas directamente.


  1.   Anónimo dijo

    Hace 20 años conocí por Internet a Diana Bereguer Garzón y desapareció… ¿Por qué?


  2.   Anónimo dijo

    ¿Por qué?